CON EL CAÑÓN EN LA BOCA

Un espacio para el desahogo, para el ahogo, para la soledad, para la compañía, para perder el control y retomarlo, para perderse completo y reencontrarse a medias, para ser un personaje y ser el autor al mismo tiempo, para gritar desaforado todos los silencios.

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Nombre: Ricardo Hinojosa Lizárraga
Ubicación: Miraflores, Lima, Peru

Comienzo esto a la edad en que otros han terminado todo lo que les quedaba por hacer en vida: Hendrix, Morrison, Janis, Cobain. Que poco pueden parecer a veces 27, cuanto pueden significar en otras ocasiones. Fuera de eso, ya cumplí con los rituales del colegio y la universidad, el de los vanos intentos de socialización, el de la escuela de vida que te prepara para saber adonde no volver, o como extraviarte totalmente en la búsqueda de ser individual y no borrego de modas y antojos circunstanciales. Aunque, a pesar de eso, prosiga ahora como todos, como uno más, ganándome el pan y trabajando, cumpliendo protocolos y horarios, aunque prefiera quedarme en casa, escribir según mi ánimo, darle curso al onanismo (el mental y todos sus hermanos), almorzar cuando no toque, escupir al cielo eventualmente o sencillamente chasquear los dedos frente al público y hacer mi gran desaparición. A pesar de todo eso, estoy aquí, sacando bien, siempre con el cañón en la boca, tentando el número final que me haga perenne.

mayo 02, 2008

La Dolce Vita de Rafo León

Sarcástico, iconoclasta, tanguero y lúcido crítico del mundo que lo rodea, Rafo León es, que duda cabe, mucho más que el humorista y que el conductor de TV. Padre de la China Tudela y próximo abuelo de trillizos, no pierde ni un segundo la osadía y la frescura que ostenta desde joven. En la siguiente entrevista, nos enumera, detalladamente, el contenido de aquella mochila emocional que lleva consigo en el siempre excitante viaje de la vida.




“Los únicos que usan frac ahora son los Sánchez Paredes”, afirma socarrón cuando se ve enfrentado a la ineludible realidad de tener que calzarse el dichoso atuendo tan fácilmente asociado a James Bond como a Fred Astaire o al mismísimo Bugs Bunny cuando hace de pianista loco en algún cartoon. Sentado en la silla de maquillaje, durante la preparación previa para la sesión de fotos, Rafo se ve vulnerable. Desprovisto de su chaleco polar, su característico gorro trotamundos y sus pantalones cargo con los que recorre lejanos pueblos, pareciera sólo un gentleman de portada, no el émulo peruano de Marco Polo, que es capaz de hacer maravillosos viajes físicos en Tiempo de Viaje y provocadores viajes sociopolíticos con La China Tudela. Amante de la libertad, la desfachatez, el humor, la epifanía ante la belleza de un paisaje y de Astor Piazzolla, y enemigo absoluto de la cucufatería, el clero y las viejas huachafas, no es ni su atuendo viajero ni el hombre que hoy viste frac. El vive, ante todo, desnudo de cualquier prejuicio.


Normalmente cuando uno habla con la gente sobre tu trabajo en Tiempo de Viaje, por ejemplo, el comentario normal es “¡Que buena chamba!, ¡Yo también quiero trabajar viajando!”. Y de hecho es un trabajo envidiable, pero antes, cuando eras joven y no la tenías muy clara, ¿a qué pensabas dedicarte?
Yo no pensaba nada. En parte mi generación y en particular en los años 70 por ahí vivían un poco al día, a como fueran apareciendo las cosas. No es una generación la mía muy habituada para armar su futuro. En los setentas, si hubieran puesto las AFP`s hubieran quebrado (risas). La primera casa propia que yo tengo la he comprado hace 7 años, nada más…el futuro también comenzaba a preocupar cuando ha aparecido y no es casual que haya comenzado este proyecto de viajar a los 50 años. No solo era un momento en el que yo tenía la necesidad de sintetizar una serie de intereses, sino también pensar en algo que se sostenga por más tiempo y de alguna forma lo estoy consiguiendo, porque este programa va a acabar alguna vez, sin duda, cuando mi cuerpo ya no de, cuando esta maldita rodilla ya me lo impida. Sin embargo, he conseguido hacer una plataforma profesional personal que me da mucho trabajo en términos de proyectos individuales.

Además, porque esto te ha convertido en una voz autorizada en lo que a turismo se refiere. Uno puede hablar con la ministra Mercedes Aráoz (o Meche, como le diría La China) de algunas cosas, pero indudablemente tu voz es importante.
Más que una voz autorizada, yo diría autorizada para bien y para mal. Yo te digo, sí creo que conozco lo suficiente como para ayudar a sacar ciertas líneas maestras de lo que es o debe ser el turismo en el Perú, pero a la vez yo tengo una oportunidad privilegiada de ver aquellas condiciones regresivas, retardatarias, que existen en el Perú en este momento y que impiden no solo el desarrollo turístico, impiden todo tipo de desarrollo. Y en ese conflicto es que se mueve el país, se mueven las regiones, se mueven las ciudades y nos movemos las personas.

Es que ahora puedes ver la realidad que está detrás de la postal, el contenido veraz de la foto linda del catálogo de PromPerú…
Sí, por eso es que yo prefiero decir no que trabajo en turismo, sino que trabajo viajando. Es completamente distinto.

Tú siempre haces una diferencia entre el turista y el viajero y tomas como referente, por ejemplo, a Paul Bowles
Sí, Bowles es uno de los emblemáticos. Y fíjate, eso que era ser pionero en la generación de Bowles, ahora es parte del sistema. Tú ve los programas de viaje que se hacen en la televisión en el mundo y es hasta de mal gusto propiciar el turismo. Lo que la gente de ingresos medios con cierto nivel de sofisticación cultural quiere es no pertenecer a una manada de borregos que hace lo mismo en un destino. Sino una cuestión muy individualizada, muy hecha a su medida. Un indicador muy interesante es el declive de las agencias de viaje con el desarrollo de Internet. Ahora con el Internet puedes perfectamente imprimir tu propio itinerario y armarlo. Mucha gente sin duda lo hace.

Hablando de lo diferente, de la ruptura, citar a Bowles me ha hecho recordar a uno de sus más célebres invitados en Tánger, William Burroughs. El hombre que viajó mucho en busca del “colocón definitivo”. Visto de una manera más etérea y menos yonqui, ¿Has encontrado ese colocón en tus viajes?¿El viaje se inicia y termina en sí mismo o se inicia siempre y no termina nunca, como algo más grande?
El viaje no se detiene nunca, pero hay momentos que yo llamaría epifánicos, que es cuando ocurren cosas que en el Perú ocurren. En el Perú, en Guatemala, en China, que es cuando desaparece la diacronía, desaparece el transcurrir del tiempo y se instala en un solo momento una síntesis. Una síntesis de la historia, de la arqueología, la naturaleza y el presente. Algo ocurre que el tiempo deja de correr y pasan en simultáneo muchas cosas de significado múltiple que involucran a la naturaleza, al pasado y al presente. Esas cosas son fabulosas. En el Perú lo ves no solamente en las grandes festividades que son una ocasión privilegiada para eso, como el Qoyllur Riti, o la fiesta del Jesús Cautivo de Ayabaca, o en China en una ciudad que antes estaba amurallada y en el año que yo fui acababan de abrirla, donde pude ver un entierro tradicional donde te juro que el aire era como congelado, era algo detenido en el tiempo pero a la vez vivo, vigente. Cuando llegas a esas epifanías te das cuenta de una visión que para mi ha sido decisiva, que la humanidad no es que evolucione, no es que busque algo, no es que tienda a la felicidad, no. Las cosas simplemente ocurren. Ocurren y hay momentos en que ocurren muchas cosas juntas, y entiendes que esos son los grandes puntos de sentido que hay que buscar. Porque si seguimos pensando que el ser humando ha sido creado para buscar la felicidad, te das con la zanahoria delante del burro. Entonces desaparece tu idea de evolución y te “colocas” en el centro de ti mismo, en el centro de un mismo medio. Muy subjetivo, pero a la vez pintado de realidad. Tal vez sea una cosa un poco abstracta, pero esas cosas en el Perú definitivamente existen. Se juntan fenómenos climáticos, geográficos, de extraordinario valor, con evidencias de una historia que vive en la persona de un comunero, un pescador o un ama de casa. Entonces tu ahí entiendes de manera sincrónica las cosas, que es lo que a mi me sigue motivando a viajar.


Tú has nacido, si no me equivoco, en el año 50. Has crecido en años turbulentos, con mayo del 68, Woodstock, la agitación por los derechos civiles, entre otras cosas. Toda esta época convulsionada te encuentra con 18 ó 19 años. ¿Cómo era Rafo León en esa época?
Sí, nací en el 50, y viví una época en que Lima era una ciudad mucho más estratificada de lo que es ahora, y fíjate a pesar de eso, con un sector social alto, tremendamente conservador, era una ciudad mucho más permisiva, había mucha más tolerancia, por ejemplo, al humor, a la irreverencia, a la ruptura. Pero yo lo que siento ahora, con mucha incomodidad y con bastante desesperanza, es una estandarización moral muy moralista, que hace que hayamos entrado sin ningún empacho en la dictadura de lo políticamente correcto. Regresando en el tiempo, yo recuerdo que en mi generación nos hemos permitido explotar, romper el sentido, poner la realidad patas arriba, destrozar utopías, crear otras, sin tener que pedirle permiso a nadie. Y haciendo rupturas personales, familiares muy fuertes, pero con muchos cojones, con mucha audacia. Por ejemplo, renunciando a la idea de planificar tu futuro. Nadie sabía que cosa era el futuro. En la época de Velasco, nadie sabía que cosa podía ocurrir mañana, entonces un buen sector de mi generación se propuso tomar el poder. ¡Tomar el poder!, yo pertenezco a una generación que, en parte, quería tomar el poder, así de simple. Pregúntale a un muchacho de 19 años de ahora si le interesa tomar el poder. A nosotros nos interesaba tomar el poder, pero no te hablo únicamente de llegar mediante un partido a la presidencia de la República, sino a rediseñar la realidad según el esquema que tienes en tu cabeza. ¿Te das cuenta? Tomar el poder es apoderarte de aquello que está mandando y replantearlo todo, tener toda la libertad del mundo para replantear las cosas otra vez. Ahora, yo también me he dado tremendos contrasuelazos. Sin embargo, creo que quienes hemos vivido esa época con mucha intensidad, con mucho desparpajo, con mucha locura quizá, no hemos perdido lo esencial, que es pensar que todavía es posible quebrar ciertas cosas en función de algo más coherente, más decente y de mayor calidad de lo que nos pone la realidad enfrente.


La china no murió

Ahora, tú tienes una situación privilegiada no solo porque con el programa viajas mucho, físicamente, sino porque con La China Tudela haces un viaje social. ¿Cómo es que tu personaje, generado para fastidiar o incomodar a una clase social determinada, termina siendo admirado y elogiado por esa misma clase social que querías fregar?
Esa es la razón por la que yo dejé de escribirla. Ya estaba harto de que demasiadas viejas con la cara estirada, esas viejas de mierda que las odio (risas), vinieran, se me acercaran a celebrar aquello que yo hubiera esperado que las denigrara. Es una falta de dignidad completa. Entonces dije no, aquí hay una realidad que está yendo por un lado diferente al que yo intentaba hacer con el personaje. De manera que lo dejamos ahí. Ahora, temporalmente, porque por ahí me enculo y la saco de nuevo en circunstancias más distintas, mucho más frontal, ya sin límites.

Bueno, a Quino le pasó con Mafalda, que un día decidió no dibujarla más, a pesar de que se la pedían, por las posibilidades que la política mundial le ponía. La China es social y política también.
¿Sabes qué? Ahorita La China tendría dos enemigos: uno, esas viejas que son sus aliadas y que ven las cosas al revés de lo que deberían. Y aunque por otro lado, es cierto, hay una disminución del racismo, también hay una dictadura de lo políticamente correcto que juzgaría el personaje como racista. A mi no me sorprendería que algún colectivo de derechos humanos desencaminado pudiera empezar a satanizar de racista ese personaje. La cosa es muy compleja. Estamos en procesos que nos liberan de muchas cosas pero que nos entrampan en otras. Es bien raro. De cualquier manera el personaje está ahí, y yo siento que también me he quitado un peso de encima.


Siguiendo tu trayectoria, al menos desde Monos y Monadas hasta hoy, siempre has sido un provocador, un alpinchista, una persona muy poco convencida con el establishment.
(Risas) Eso yo ya no lo voy a perder. Yo he crecido con eso, he construido mi trabajo sobre eso, he hecho de mi un personaje, con esa base, de manera que ya no pues, es mi marca. Y mira, voy a tener nietas trillizas en un par de meses y no creo ni siquiera que eso me haga volverme una persona más dócil.

Haciendo una analogía literaria, la imagen que se tiene de ti es un poco la de Luis Hernández frente a otros poetas. Vallejo es Vallejo, Eielson es Eielson, nunca César o Jorge Eduardo. Pero Hernández era Lucho de la misma manera que para la gente tú eres Rafo no Rafael León. Has provocado que la gente sienta cercanía y confianza hacia ti.
Yo pienso que eso parte, en primer lugar, de no tomarse en serio a uno mismo. Esa es la premisa. Si uno se toma en serio, empieza a tomar en serio a los demás y pasaste el aro. Me parece una cosa decorosa y respetable para quien quiera hacerlo pero en mi caso no es ni siquiera una elección voluntaria, no es que yo haya dicho “no voy a pasar ese aro”. No. Yo soy así, así nací. Mi familia felizmente me hizo así. Yo siempre me acuerdo cuando tenía 9 años de edad y escuchaba ya música clásica, no sé de donde me vino eso, pero juntaba mis discos ahí. Y a la vez, tenía un lado como de niño depresivo. Escuchaba Tchaikovsky, Beethoven, todo el melodrama, Brahms. Y alguien me regaló por un cumpleaños una heroica de Beethoven que tiene una marcha fúnebre con un segundo movimiento que es desgarrador. Entonces yo lo ponía, y lo ponía y lo ponía hasta que en mi casa estaban hasta acá de la marcha fúnebre. Y mi mamá me dijo un día: “Por favor, hijito, párale la mano”. Entonces yo, indignado, lo primero que le dije fue: “Mamá, quiero que entiendas que el día que yo me suicide, que va a ser muy pronto, esta es la música que van a poner en mi entierro”. “Bueno pues – me dijo – anda juntando plata, porque esa orquesta debe ser bien cara”…jajaja.
¿Cómo voy a aguantar yo cinco minutos de solemnidad en mi vida con una manera tan sana, al final de cuentas, de resolver un problema de depresión infantil? Era como decir, ya pues hijo, así es, estamos fregados, pero eso es pues, asume, asumamos.


La sagrada familia


Fuera de lo que es el Rafo viajero, el Rafo creador de la China o el Rafo como todo el mundo lo conoce, ¿Cómo eres?
Mira, yo te contaba que cuando yo tenía 19 ó 20 años vivía al día. Bueno, así al día, me hice amigo de una chica de la universidad, así al día, concebimos un hijo, y así al día nos casamos. Nadie en ese momento, de mi grupo de amigos, nadie daba un año a ese matrimonio, entre dos seres muy marcianos, con sellos personales demasiado fuertes, con neurosis difíciles, y ya llevo 36 años de casado.

Así, al día…
Jajaja, exactamente, así al día. Entonces, así al día nacieron mis hijos Adrián y Bernardo, que tienen 34 y 36 años, y así al día son chicos excepcionalmente sanos, transparentes, mis hijos son verdaderamente fuera de serie.

Estás completamente orgulloso
Sí, de verdad que sí. Cada uno en lo suyo es un trome. Son personas muy respetuosas, muy modernas y sobretodo muy transparentes, lo que tú ves, eso son. Y eso tiene que ver quizá con esa actitud de “al día”. Al día hay que aprender a defenderse, hay que aprender a amar, hay que aprender a respetar, porque si no no se puede vivir al día. Y si tú la haces mal, vas a exprimir mal las obligaciones que te van a atar. Mejor es de a pocos y sanamente. Eso me parece a mi muy bacán. Por ejemplo, tengo una relación de matrimonio donde la amistad, la solidaridad, la compañía, son los elementos que más pesan. Y yo sé que viajo y que esos días extraño a Pilar (su esposa) y sé que Pilar me extraña, pero felizmente hemos encontrado una forma de vivir que pone condiciones que hace que nos extrañemos.

No que ya no quieran ni verse
Jajaja…exactamente, exactamente.



Rafo in the sky sin diamonds


¿Cuáles han sido los momentos más difíciles en estos 36 años?
Bueno, momentos así especialmente difíciles han sido cuando se me ha pasado la mano con el trago en temporadas demasiado largas. Y eso ha sido un problema serio para mi. Quizás las mayores dificultades, ya no de mi matrimonio, sino de mi vida personal, han estado relacionadas con una cosa muy autodestructiva que se expresaba en ese vehículo líquido. Pero bueno, también eso lo pude ver, tuve la suerte de poder verlo a tiempo.

¿Ya no bebes?
No, ya no bebo. Bueno, tengo mis maneras de ayudarme en ese asunto, pero fíjate que hasta eso, viviendo día a día, es una cosa que he aprendido, no a controlar, porque eso no se controla, pero sí a sobrellevar mejor. Ahí está, entonces mientras menos lo tiente, mientras menos me acerque, mejor.

¿Hace cuanto tiempo que no bebes?
Bueno, en realidad son varios años. En todo caso prefiero no hacer cuentas, porque de repente pienso que es un triunfo y me provoca irlo a celebrar…jajaja

Y también eso fortaleció el amor en tu matrimonio
Sí. Pilar no es ninguna mártir ni ninguna santa. Yo creo que ella siempre supo que este asunto era manejable. Sino, se hubiera quitado.

Eso fue con el alcohol. ¿Pero drogas? Alguna vez habrás probado...
¡Pero claro!...jajaja, y tú también...jaja (más risas).

¿Más en los años 60?
En los 60, en los 70, en los 80, jajaja. Pero de eso sí no me colgué. O sea, de hecho a los 17 ó 18 años comerse un ácido en Macchu Pichu era...uff, era todo un asunto. Pero cuando te das cuenta que hay demasiada ilusión, te desilusionas. Algo así es.
Y la coca a mi si me da un poco frío. Por una sencilla razón. Para mi la cosa más desagradable es estar al costado de una persona que está jalada. La veo tan necia, tan vaga, tan estúpida, tan pegada de sí misma, tan fanática de su propio rollo, que esa sola imagen a mi me hace poner distancias. Me da una cólera espantosa, me da una cólera horrible. La coca hace eso pues, que te tomes en serio a ti mismo.

Justo lo que tú más detestas
Claro. Que te tomes en serio a ti mismo, que te creas prueba de fantasía. No, por ahí no va lo mío.

Muchos podrían pensar que por tu carácter te sentirías más cercano a los porros
Sí, sí, claro. Que me perdonen los amigos de Cedro, pero eso no le hace daño a nadie. Yo ya no fumo marihuana, pero no tengo ninguna sanción moral frente a eso, ninguna. Ni me molesta la gente que lo hace, ni siento ninguna perturbación en ellos, ni la sentía en mi, pero también me quité de eso.

Yo supongo que ya no te torturas con las marchas fúnebres de Beethoven. ¿Qué música es la que más disfrutas? Porque en tu juventud aparecieron los Beatles, los Rolling...
Jajaja, no ya no, ya no me torturo así. Yo soy generación Beatles, Rolling, Animals. Después Janis Joplin, yo era un enfermo de Janis Joplin de Doors, todo lo que te puedas imaginar. Pero también, fíjate, a inicios de los 70s, yo era muy joven, a mi me empieza a cautivar, por ejemplo, lo que hacía El Polen. Eso que, 35 años después, se llama fusión. Y me gustaba porque aprendí a disfrutarlo, a conocerlo, en Cusco. En el Cusco de Dennis Hopper, en el Cusco de Peter Fonda y en el Cusco del ácido lisérgico pero también de los músicos nativos. Yo descubrí que existía el mundo, el mundo más grande que Miraflores, a través de un lugar como Cusco que era tremendamente cosmopolita para la gente joven de aquel entonces. Era como el Katmandú de América Latina, era La Meca a la que debía ir toda persona que se sintiera encarrilada en las ideas nuevas que dominaban el mundo en ese momento.

Era una época no desprovista de cierta locura
Pero también de mucha introspección, de mucho desarrollo interior, de mucho sentido del humor. Nos cagábamos de risa, y la música tenía una magia aparte. Yo creo que he terminado haciendo un programa de televisión porque siempre me ha gustado imaginarme la realidad con música. Desde muy niño yo siempre he pensando que ciertas imágenes de la realidad las fortalecías con la música o las asociabas con la música.

Se trataba de ponerle un soundtrack a todo
Exactamente. Siempre le he puesto soundtrack a todo. Con el tiempo sí, abandonando un poco el asunto del rock, cuando empieza toda esa cosa glamorosa del punk, eso me deja a mi afuera, completamente. Y empiezo a escuchar música antigua, no clásica, boleros, valses, y me empiezo a volver un fanático del tango, y ahora soy un fanático del tango. Cada vez escucho más tango porque creo que si hablamos de fusiones, el tango es la gran fusión en la música universal. En el tango está no solamente la fusión interclasista, sino la fusión horizontal, del mundo entero, desde lo gitano, lo eslavo, lo europeo, lo andino. Y todo producido en una ciudad y que, además, es un género que nunca se ha permitido congelarse en el tiempo. Cuando ya parecía que el tango se agotaba con la gran orquesta típica, aparece Piazzolla. Aparece Piazzolla y toca ante el mundo un concierto completamente inédito de lo que es la modernidad. Aparte del tango me fascinan ciertas cosas que se hacen en Europa ahora pero que tienen raíces no tan europeas, como la música de Goran Bregovic (compositor de las bandas sonoras de varias películas de Emir Kusturica, entre ellas Underground) la misma música de Kusturica y su banda. En México hay una cantante que he descubierto y me ha enloquecido que se llama Lila Downs y canta independientemente y lo que le da la gana. Canta en castellano, en inglés, en nahuatl.

¿Qué libros han sido importantes para ti en una época y lo siguen siendo ahora?
Libros que han sido importantes cuando yo me estaba formando, desde la secundaria, inevitablemente los existencialistas, Sartre, Camus, después los existencialistas cristianos, sobretodo Mounier. Como yo estudiaba en la católica nos enseñaban mucho eso. Fui alumno del padre Gutiérrez y por ahí entendí un montón de cosas. Entré al boom latinoamericano, como no, y era cortazariano total, mucho más que García Márquez o Carpentier. Yo era Cortázar total y otra vez, por la fragmentación y porque nunca pretendió ser americanista ni utopista.

¿Te sentías más cronopio o más fama?
A ratos cronopio, a ratos fama...jajaja...a ratos crofama...jajaja

Si hicieras una película sobre tu agitada vida, ¿sería una road movie, como una de Hopper y Fonda, una película de acción, una romántica?
Sería un poco más bergmaniana si cabe la palabra, sería oscura, dura, implacable, pero también metafísica, creo que sí. Metafísica, silenciosa, introspectiva, pero de repente al final con un cague de risa, un cague de risa, o sin final, sin final.

Como en La Dolce Vita
Exacto, como en la Dolce Vita, una maravilla.



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FRASES:


El gran viaje
“Este es un mundo tan raro que, a la vez que te globalizas, te singularizas. Parece contradictorio, pero es así. Y los viajes, creo yo, son una de las pocas cosas que le quedan al hombre del siglo XXI en el que puede desplegarse individualmente”.

Un soundtrack para la película de tu vida:
“Pondría el tango de Bregovic, por obvias razones, porque sintetiza al tango y sintetiza a Bregovic. Hay un tango que el compone y que ha trabajado en una serie de géneros, que se llama Ausencia y es de una inmensa versatilidad, y tiene una versión en violines gitanos que es como un llanto”.

Ni películas ni peliculina
“Con la ficción en literatura me pasa un poco como con el cine. Me cansé. Yo bien difícil voy al cine a ver algo nuevo importante. No por nostálgico, sino porque ya vi Fellini, ya vi Bergman, ya vi Visconti, ya vi Antonioni. No quiero que me cuenten más cuentos. Entonces, en literatura difícilmente me engancho con la ficción”.

En el nombre del Padre
“Hace casi 2 años leo de manera militante cosas sobre y contra la Iglesia Católica. Estoy fascinado porque estoy comenzando a entender cosas que antes eran tabú. Así de simple. A la hora que empiezas a humanizar y a desmitificar una entidad tan grande, poderosa y en algunos aspectos tan siniestra como la iglesia, empiezas a liberarte (…) Y ahora con estos dos últimos Papas es como si hubieran puesto a Jorge Salmón de Papa...jaja, son publicistas, son Papas mediáticos, son Papas a los que se les ve el fustán”.

De fracs y otros demonios
“Yo tenia 15 años y alquilé mi terno con saquito blanco, mi faja. Tenía todo menos la pareja. Entonces, una amiga de mi hermano me prestó a su hermanita, pero yo no había crecido todavía, yo era chiquito...pero igual nos divertimos. ¿Qué será de esa chica? Desde la revista Cosas voy a llamar a Rita Castillo a ver si reaparece…jajaja”.

La verdadera identidad de Rafo León
“La identidad está en todas partes, a la vez junta y separada. El tema de identidad debería ser algo por lo que no deberíamos preocuparnos ni en términos personales ni en términos colectivos de ciudad. La identidad existe en una sociedad como la del siglo XXI, donde las cosas ocurren de manera sincrónica. Ahorita lo que existe es lo que ves”.

Ni tuvo miedo ni se regresó de la locura
“Hay que cuidarse de no enloquecer mucho, pero no hay que asustarse de enloquecer un poco”


TORTURA CHINA

¿Qué es lo que odiaba antes y odias aún? Y al mismo tiempo ¿Qué es lo que te hacia reír antes y te sigue haciendo reír ahora?
Creo que me molestan y me hacen cagar de risa las mismas cosas: la huachafería limeña. Me irrita tremendamente, pero eso mismo me hace cagar de risa y ese mismo cruce de sentimientos fue lo que produjo a La China Tudela.

Y lo que podría hacerla regresar en cualquier momento...
No lo descarto en lo absoluto.
NOTA: Entrevista publicada en la edición Nº1 (Abril 2008) de la revista Cosas Hombre.

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4 Comments:

Blogger Eliana Fry García-Pacheco. said...

¿Y tu no? Pues entonces yo también...jajaja
Tremenda entrevista, se le ve un tipazo al tío.
Ya ve, a veces demuestra ser no tan tete como parece. Mostros los referentes de Rafo como Bregovic o Kusturica, algo que ya ha demostrado con la china Tudela todo este tiempo.

10:49 p. m.  
Blogger evargas said...

Solo agregar que Rafo tiene dos hijos sí, pero no se llama Adrián sino Adriana.
Adriana es tan genial como su padre y es mi amiga.

2:18 p. m.  
Blogger barrunto said...

mostra la entrevista !
te acuerdas de cain y abel ?
en la revista si pero en el suplemento no ? era buenaza !!!
por ahi no falto la pregunta sobre el plagio de lima bizarra ? ay pucha me olvide que esto no era para urbania ...

9:54 a. m.  
Blogger jorgex popper said...

dialogar con rafo leon es como si leyeras un libro que tiene infinitos temas.
felicito a rafo leon por ser una persona que busca los lugares en las cuales la gente mantiene sus costumbres y no pierden su identidad y no se deja influenciar por la globalizacion y a la ves enseñar a todos los peruanos a manetener esas tradiciones y culturas que cada ves se esta perdiendo . y exitos y bendiciones a su programa tiempo de viaje

10:48 p. m.  

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