CON EL CAÑÓN EN LA BOCA

Un espacio para el desahogo, para el ahogo, para la soledad, para la compañía, para perder el control y retomarlo, para perderse completo y reencontrarse a medias, para ser un personaje y ser el autor al mismo tiempo, para gritar desaforado todos los silencios.

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Nombre: Ricardo Hinojosa Lizárraga
Ubicación: Miraflores, Lima, Peru

Comienzo esto a la edad en que otros han terminado todo lo que les quedaba por hacer en vida: Hendrix, Morrison, Janis, Cobain. Que poco pueden parecer a veces 27, cuanto pueden significar en otras ocasiones. Fuera de eso, ya cumplí con los rituales del colegio y la universidad, el de los vanos intentos de socialización, el de la escuela de vida que te prepara para saber adonde no volver, o como extraviarte totalmente en la búsqueda de ser individual y no borrego de modas y antojos circunstanciales. Aunque, a pesar de eso, prosiga ahora como todos, como uno más, ganándome el pan y trabajando, cumpliendo protocolos y horarios, aunque prefiera quedarme en casa, escribir según mi ánimo, darle curso al onanismo (el mental y todos sus hermanos), almorzar cuando no toque, escupir al cielo eventualmente o sencillamente chasquear los dedos frente al público y hacer mi gran desaparición. A pesar de todo eso, estoy aquí, sacando bien, siempre con el cañón en la boca, tentando el número final que me haga perenne.

mayo 13, 2011

Un hombre alado extraña la tierra

Está a punto de cumplirse un año desde que Gustavo Cerati iniciara un sueño del que nadie sabe si volverá, o si volverá tal como era antes del grave accidente cerebro vascular que lo postrara tras un concierto en Venezuela. Su carrera, desde los tiempos de Soda Stereo, es una de las más sorprendentes e innovadoras de la música hispanoamericana y él, una de sus personalidades más influyentes. Aún hoy, muchos esperan su recuperación, para decirle que no hay nada más dulce que el deseo en cadenas, pues apelan a la fuerza natural de quien alguna vez dijo: “En el rock, como en la vida, es mejor durar que arder”.

Por: Ricardo Hinojosa Lizárraga

Tiene los ojos cerrados y su respiración es lenta. Su cuerpo está profundamente relajado mientras su mente se agita a velocidades incalculables. El tiempo sigue sucediéndose en el mundo, pero no para él. El ayahuasca ya ha hecho efecto, conduciéndolo a la misteriosa experiencia de un viaje astral. Imágenes cósmicas y sensaciones sin ley de gravedad son la silenciosa música que lo acompaña. Es Gustavo Cerati explorando a Gustavo Cerati. Es Gustavo empezando un viaje que hoy, quizás, se siente preparado para continuar…

Fue hace más de 15 años, en México, cuando el ex líder de Soda Stereo empezó a explorarse a sí mismo más allá de los escenarios y la fama. Más allá de su familia y sus amigos, incluso. Guiado por un chamán, decidió buscar inspiración en una dimensión sensorial alejada de todo y de todos, consumiendo milenarios alucinógenos naturales (Prueba de aquellas experiencias es Planta, canción del disco Sueño Stereo). Porque Cerati es, antes que músico, un inconformista. Un inconformista que mezclaba sonidos vanguardistas con paisajes musicales oníricos; un inconformista que no podía quedarse quieto, ni de cuerpo ni de mente; uno que, en este mismo momento, desearía desconectarse de las máquinas que lo mantienen vivo, tomar la guitarra y volver al escenario para interpretar una canción sin fin, una canción animal. Aunque eso, por ahora, es improbable.

Los partes médicos publicados en la web del cantante, apenas un mes después de la descompensación y posterior accidente cerebro vascular que lo dejara en coma en Venezuela aseguraban que “…los exámenes neurológicos practicados con el fin de observar respuesta a estímulos sensitivos y motores no han mostrado, hasta el momento, evolución favorable alguna.”, agregando a esto que presenta un grave daño cerebral. Incluso, tras la operación a la que fue sometido días antes de eso, uno de los médicos dijo que Cerati “no volvería a ser el mismo”. Desde entonces, permanece en coma, aunque ahora se encuentre en la clínica ALCLA de Buenos Aires. A un año de aquello, se puede constatar en su web oficial y en su Facebook y Twitter que no hay partes médicos desde febrero. En aquel momento, una neumonía obligó a trasladarlo al sanatorio de Los Arcos. Tras unos días, Cerati volvió a la lamentable condición de genio durmiente que tiene en vilo a sus amigos, familiares y fans. No es raro, entonces, que los miles de seguidores del cantante se pregunten, desde distintos confines del planeta, si lo verán volver a esa ciudad de la furia que no es otra que cualquier ciudad sin su música.

Estoy sentado en un cráter desierto, sigo aguardando el temblor, en mi cuerpo…

Esos raros peinados viejos

Si el inconformismo es la cualidad que lo define, podríamos decir que la evolución es su única acción constante. Desde aquel instante de inicios de los 80 en que Charly Alberti invitara a salir a Laura Cerati, hermana menor de Gustavo, y tanto éste como Zeta Bosio supieran que Charly era baterista y lo reclutaran antes de que lo reclutara Laura, a la imagen actual de esa misma hermana menor dando algunos de los partes oficiales sobre la salud del cantante, han pasado no solo años, sino todo tipo de transformaciones, riñas, éxitos, celebraciones, conciertos, discos, hijos y sueños realizados y musicalizables. Tras acabar la secundaria y llevar algún tiempo trabajando como visitador médico, hacer su servicio militar obligatorio, pegarse oyendo a Bowie, The Police, Queen y Deep Purple, ingresar a la universidad y formar una banda llamada “Proyecto Erekto”, junto a Zeta y a un entonces adolescente Andrés Calamaro, Cerati encendió uno de los miles de cigarrillos que hizo ceniza donde fuego aún quedaba, pensó y decidió a qué se iba a dedicar en la vida. Entonces, en 1982, en medio de un emergente circuito de rock argentino, que incluía a bandas como Los abuelos de la nada, Virus y Sumo, nace Soda Stereo y todo sucede como ya está escrito en la historia del rock: conocen a Federico Moura, el fallecido líder de Virus y él produce el primer álbum de la banda: “Soda Stereo”. En Dietético, su primer video promocional, ya se flameaba la bandera que movería al grupo en sus primeros años: “Somos un conjunto dietético/ Buscando el paraíso estético”. Temas como Te hacen falta vitaminas, Sobredosis de TV y ¿Por qué no puedo ser del jet set?, lo dejaron claro. Para entender cabalmente este período inicial es necesario saber que Soda Stereo aparece paralelamente al regreso de la democracia en la Argentina, tras años de incruenta dictadura. Lo único que querían hacer entonces los chicos era bailar y Cerati, Zeta y Charly estaban ahí para hacerlo con ellos.
Porque el régimen se acabó, se acabó…

Cuando pase el temblor

Desde los tiempos en que sus estrambóticos peinados se combinaban con canciones fácilmente tarareables y radiables, hasta los días en que eran más notorias las exploraciones sonoras y líricas que enriquecieron notablemente su estilo, pasaron 6 álbumes más de estudio: Nada personal (1985), Signos (1986), Doble vida (1988), Canción animal (1990), Dynamo (1992) y Sueño Stereo (1995). A pesar de que le siguieron algunos recopilatorios y el “semi unplugged” Confort y música para volar (1996), las giras internacionales, el cansancio posterior al éxito, su genio desbordante y algunos desacuerdos con los integrantes de la banda, precipitaron el final de Soda y el inicio del capítulo de Cerati como solista. Colores santos (1992), grabado a dúo con Daniel Melero y Amor Amarillo (1993), su primer disco en solitario, marcaron el inicio de otra carrera, la del inconformista en permanente evolución. Gustavo Cerati ya no era un músico, era un inventor de atmósferas. Bocanada (1999), 11 episodios sinfónicos (2001), Siempre es hoy (2002), Ahí vamos (2006) y Fuerza natural (2009) han sido la muestra más evidente de un talento en ebullición constante. Y, hasta el 15 de mayo del año pasado, el fatídico día en que su salud se quebró, el artista de 51 años mantenía la vitalidad original, demostrando que no le hacían falta vitaminas, aunque ya formara parte del jet set. En una de sus últimas entrevistas, antes de salir de gira con su no digamos último, sino más reciente disco, “Fuerza natural”, hizo una confesión: “Adoro tocar en giras, más que nada porque ya sé manejar los lapsos. No me voy más de un mes, porque sé que ése es mi límite, no suelo aguantar más que eso; así que voy y vuelvo”. “Así que voy y vuelvo”, dijo, y aunque haya pasado ya no un mes, sino un año, es una bocanada de esperanza para sus miles de fanáticos.

Tiene los ojos cerrados y su respiración es lenta. Su cuerpo está profundamente relajado mientras su mente se agita a velocidades incalculables. Alguien me ha dicho que la soledad se esconde tras tus ojos…

Un No epílogo

“Estamos esperando las buenas noticias, el milagro” dijo hace pocos días Zeta Bosio, el Soda más cercano a Gustavo Cerati desde que se iniciara este episodio triste. “A veces yo le saludo y me agarra fuerte la mano”, aseguró por su parte Lillian Clark, la madre del cantante, hace poco más de 20 días. Y ese sentir se identifica con lo que los fanáticos del artista en suspenso vital han dejado claro a través de las redes sociales, a pesar de que las oraciones y muestras de solidaridad se hayan confundido con bluffs como el de Christian Castro – que aseguró haberlo visitado, aunque la familia lo desmintió- o el del músico Pity Álvarez, quien hace unos meses dijo “saber” que Cerati había muerto. Nada inmuta la esperanza. A cambio están León Gieco, Luis Alberto Spinetta, Fito Páez o Ricardo Mollo, visitándolo, y un Bono que, en pleno concierto de U2 en Buenos Aires, pidió al público que no se olvide de él.

“Luego de finalizar anoche el último show de este tramo de la gira en Caracas, Gustavo sufrió una descompensación. Debido a que la noticia ha trascendido, informamos que se está recuperando favorablemente”, fue lo primero que se publicó en su web, al día siguiente del incidente, el 16 de mayo del 2010. Eso quisiéramos muchos leer mañana mismo, con un “Te vimos volver”, de titular. Después de todo ¿No es el cerebro lo más fuerte que tiene un genio?

“Desperté, desperté, con los pies helados, ¿Dónde estás?, ¿Qué pasó anoche? No recuerdo bien.”

Vos sos un flaco bueno

El gran Luis Alberto Spinetta, genio y figura del rock argentino, le dedicó hace pocos meses este poema a Gustavo Cerati. (Con quién colabora en Té para tres, canción dedicada al padre de Gustavo, Juan José Cerati). Por otra parte, Bajan, del álbum Amor amarillo, es un cover del Flaco, ejecutado por Cerati con la disciplina del mayor admirador. Aquí los versos que Spinetta le dedica al genio durmiente:

Dios Guardián Cristalino de guitarras / que ahora / más tristes / penden y esperan / de tus manos la palabra / Precipitándome a lo insondable / tus caricias me despiertan a la vez / en un mundo diferente al de recién... / Tu luz es muy fuerte / es iridiscente y altamente psicodélica / Te encuentro cuando el sol abre una hendija / que genera notas sobre la pared sombreada / Y suena tu música en la pantalla / sos el ángel inquieto que sobrevuela / la ciudad de la furia / Comprendemos todo / tu voz nos advierte la verdad / Tu voz más linda que nunca.

Ceratrips

“En Argentina hay algo que se llama ayahuasca, que es otro tipo de experiencia; es una liana de la zona del Amazonas, es poderosa e introspectiva (…) Cuando tuve una serie de experiencias con estas sustancias, resultaron en muchas de las cosas que aparecieron en Sueño stereo . Hasta el día de hoy tengo recuerdos muy inspiradores de eso, sobre todo cierta conciencia cósmica, eso lo heredé de esa vivencia. A veces se traslada a una canción entera o a veces a una frase, un video, una imagen sola.”
(Declaraciones de Gustavo Cerati al diario El Universal de México, 22 de noviembre del 2003).

Datos

770 mil son los fans de su página oficial en Facebook

5 son sus discos solistas en estudio

1 disco en vivo solista: 11 episodios sinfónicos.

2 hijos, Benito y Lisa

1.022.030 de seguidores tiene en Twitter.

1986, es el año en que Soda Stereo se convirtió en la primera banda latinoamericana en editar su música en CD.

1 millón y más de asistentes fueron contabilizados a lo largo de la gira Me Verás volver. Es el mayor número de personas que ha convocado una banda latinoamericana.

octubre 12, 2010

Racismo en technicolor














Negro bruto, cholo apestoso, pituco de mierda, gringo cojudo.
El peruano no distingue a la hora de maletear racialmente a otra persona, cuando de joder se trata. La discriminación está en todos lados: en la puerta de Aura siendo “trigueñito”, en la pista de baile de un salsódromo siendo “colorao” y, sobretodo, en el humor más malicioso de todas las clases sociales y étnicas que pululan en nuestro país. Así que ya sabes
negrita, ven préndeme la vela, porque cholo soy y no me compadezcas, aunque te vayas de mi lado, china hereje.


Por: Ricardo Hinojosa Lizárraga


El Perú no tiene la tolerancia de un afiche de Benetton, eso es seguro. Si en otros lugares la discriminación es defecto exclusivo de las clases acomodadas o de piel más clara, en nuestro país ha obtenido un carácter ampliamente democrático y digno de mejores causas. Porque aquí cholea el blanco, cholea el negro y cholea el cholo. Y el cholo discrimina al blanco y, muchas veces, hasta el pobre discrimina al rico. “Pitucos racistas”, los llaman desde el populórum; “Serranos acomplejados”, desde Las Casuarinas o Eisha. Aquí los del Ku Klux Klan se volverían locos y hasta podrían ser discriminados en plena calle y calificados como “crudos pavazos” por cualquier alegre comparsa de afroperuanos con algo de calle. Así es la huevada. ¿Qué tú no eres racista? Ya cuñao. Lee nomás estos ejemplos y, así como quien no quiere, haz memoria. Quien esté libre de melanina que reciba la primera piedra.


¿Bellos y bellas?
Prado, Miró Quesada, Brescia, Dasso, Moreyra. No, no es un catálogo de las calles de San Isidro, sino un vistazo rápido a algunos de los nombres de quienes llenan las páginas de sociales, semana a semana, en muchas de las revistas más importantes del medio. Todos son lindos, pasaron por el ortodoncista y sus cabelleras, usualmente castañas o rubias, resplandecen al primer flash como si ese hubiera sido siempre su destino. Tiembla, Paris Hilton, que aquí la competencia es seria. Rara vez hay espacio para el trigueñito, cholito o más oscurito, porque ni el Photoshop lo “corregiría”. Aparte de la sana intención que tuvo una revista local por incluir a representantes de todas las sangres en sus páginas de sociales, demostrando que todos van a los cócteles, las presentaciones de libros o los conciertos, el resto son casi lo mismo: un desfile interminable de gente linda, perfecta y comercialmente atractiva. “Es que a nuestros principales clientes les gusta verse ahí y hay que ponerlos”, me confesó, muy solapa, el editor fotográfico de una conocida revista. Claro, pero si el cliente es medio cholito, habrá que “hacerlo verse blanco”, agregó.


Supa de letras
Es una madre de la patria, pertenece al Partido Nacionalista y recién aprendió a leer a los 25 años, aunque su dominio del castellano es aún rudimentario. La congresista cusqueña y quechuablante Hilaria Supa ha inscrito su nombre en los libros de historia al ser nombrada presidenta de la Comisión Parlamentaria de Educación. Eso ha sido motivo de sorpresa para muchos, de orgullo para unos pocos y de indignación de la mayoría (aparente). Incluso, hasta Martha Hildebrandt dejó de jatear en el Pleno para alzar su instruidísima y docta voz de protesta. Todos aseguran que no es racismo, que esa comisión la debería liderar alguien con una formación cultural más sólida, bla bla blá. Pero imagínense por un momento que Hilaria Supa sea igual de peruana, pero se llame, por decir, Claudia Müller, que en lugar de nacer en Huallaccocha, provincia de Anta, Cusco, lo haya hecho en la colonia austroalemana de Pozuzo, en Oxapampa y que, por esas cosas del destino, en lugar del quechua, domine más el alemán. ¿La joderían igual?


No culpes a la playa
El rico y fecundo Mar de Grau es de todos los peruanos, absolutamente de todos, hasta sus 200 humilladas marinas. Sobretodo en esa playa que ya de tan sobrada ostenta nombre continental, allí donde las Maripilis y las Maricuchas se zurran en los derechos de las Rosas, las Melodys y las Marys. Ellas lavan, cocinan y cuidan a los niños, pero para meterse al mar deben pedir permiso o solo pueden hacerlo ¡Después de las 5 de la tarde! Los tratos racistas y discriminatorios de muchos residentes del exclusivo balneario de Asia para con sus empleados se hicieron tan notorios y tan vox populi que hasta se comentaron en televisión y fueron motivo de sesudos análisis y hasta marchas de protesta, que incluían el desfile de representantes del pituquismo femenino más humanista, disfrazadas de natachas. Pero eso sí, nadie vio a ninguna natacha verdadera tomando martinis con la China Tudela. Nunca tanto pues.



Marcado negro
Si hay algo que queda claro es que hay frases hechas capaces de perjudicar la sensibilidad de muchos afrodescendientes, pues sus connotaciones son casi siempre negativas: negro futuro, noche negra, la vieron negra, están negrazos. Incluso en política los morenajes son mal vistos aquí, porque si en Estados Unidos tienen a Obama, a nosotros solo nos quedaron José Luis Risco y Angobaldo. Pero no todo es tan oscuro para ellos. Por el contrario, esa piel que a tantos motiva remilgos es, para muchos turistas, el rostro más sonriente que verán al llegar a un hotel, donde los esperan prestos. Hotel 5 estrellas sin negro en la puerta no es hotel. Nadie se atrevería a poner un pelirrojo o a una rubia ahí. Del mismo modo, puede resultar también el último rostro que veamos al irnos: casi el 100% de los cargadores de funerarias son de color elegante. Otro dato a favor: si te vas a probar a un club de fútbol, es mejor que lleves el cabello bien crespo y la piel embetunada, del mismo modo que si vas a bailar salsa a la Victoria o El Callao. Si no, corres el rego de ser el punto, la lorna, el blanquiñoso gil.


Gobernando a piel
La política, qué duda cabe, es una de las áreas donde la discriminación se hace más evidente. Y los aspectos raciales pueden definir una candidatura, una victoria, una derrota o el sendero de un gobierno. Ya lo dijimos en el caso de la congresista Hilaria Supa y lo decimos ahora. Solo basta recordar la lista de los últimos presidentes del Perú y analizar, como quien respira. En 1980, Fernando Belaunde Terry era el candidato reivindicado de la derecha y de los sectores económicos más importantes. Era el indicado para “devolverles” el lugar que años de gobiernos militares (sobretodo el de Velasco) les habían quitado. Cinco años después, el inteligente, aún delgado y “blancón”, Alan García, engatuzó a todos y en el 90, un chino japonés que inventó la confusión – parafraseando a una cándida miss- nos metió la yuca a todos con un “Karisma” en el que se terminó fugando Montesinos. Porque a diferencia de los aspectos negativos que se le adjudican justamente a los negros o a los cholos, los chinitos siempre van a ser simpaticones, educados, buena onda, tan glaciosos ellos que te encantalán. Pero las nefastas consecuencias de su gobierno llevaron a que el voto del peruano sea reivindicativo de sí mismo. Tras el gobierno de transición de Paniagua, el cholo Alejandro Toledo huaqueó a los demás candidatos. Si para muchos el fue el ganador por ser andino, Lourdes Flores Nano nunca ha podido triunfar por ser blanca. Esa es una de las grandes ironías de la política peruana.

agosto 25, 2009

Tan calaveras y tan diablitos


Rebotaban del suelo a ritmo de ska cuando otros cantaban no quererlo más; experimentaron con el jazz mientras el público esperaba pachanga; salsearon con Blades, vaciaron vasos con Celia Cruz y fueron los genios del dub, de la cumbia, del reggae e incluso del son, hasta que se separaron en el 2002. Hoy, 7 años después, vienen a Lima dispuestos a demostrar que la canción que es valiente, es canción para siempre. Será porque tienen el secreto para que el silencio se convierta en carnaval.




Por: Ricardo Hinojosa Lizárraga




Poco más de 20 días después que en Londres se formara Pink Floyd y casi un mes antes de la fecha en que se supone Dylan les diera por primera vez un poco de hierba a los Beatles, el Hospital Italiano de Buenos Aires era alborotado por el nada musical ni volátil nacimiento de dos peladitos bocones: Gabriel Julio y Flavio Oscar, que nacieron con 48 casuales horas de diferencia en ese julio del 64, hijo de una época que inspiró a tantos. Las enfermeras que sufrieron envolviendo en pañales sus primeros berridos, no imaginaban las alegrías rítmicas con que ellos y su banda de talentosos amigotes envolverían a miles años más tarde. Silencio, hospital, el verdadero carnaval acaba de comenzar.



Yo te avisé, y vos no me escuchaste

El lugar tenía un lleno total, gracias a la expectativa que estaba causando una bandita devota de Madness y The Clash acostumbrada a tocar en pequeños sitios. “Señoras y señores, con ustedes, ¡¡Los fabulosos Cadillacs!!”. Tras los aplausos de rigor y la posterior tocada, aquel presentador de circuito undergound bonaerense no sospechó jamás que su adjetivo estaba sumándose desde ese mismo instante y para siempre a Cadillacs 57, el nombre que hasta esa noche tuvo la banda liderada por Gabriel Fernández Capello y Flavio Cianciarullo. Según una entrevista publicada en Rolling Stone, en una de aquellas noches de joda de músicos amateurs producida en ese tiempo, algún quemado del grupo remedó a Verónica Castro en El derecho de nacer, y otro, más quemado aún, recordó al personaje Albertico Limonta. Bromas buenas iban, chongos malos venían, y con el humo que no se detenía, Gabriel terminó bautizado como Vicentico. Felizmente para el mundo, tras aprender a colocar extraños apelativos, los ya Fabulosos dominaron el fino arte de alterar las masas y la seductora locura de escribir canciones. Bares y Fondas, de 1986, fue el disco que le dio a la Argentina una alegría paralela a las que ya le daba Maradona. Después de todo, el Pibe de Oro necesitaba otros 10 para vencer en una cancha, y los Fabulosos Cadillacs eran una selección de apenas 9: Vicentico (voz y guitarra), Flavio Cianciarulo, alias Sr. Flavio (bajo), Sergei Itzcowick (trompeta), Sergio Rotman (saxofón alto), Luciano Giugno, alias Luciano Jr. (percusión), Mario Siperman (teclado), Anibal Rigozzi (guitarra), Fernando Gabriel Ricciardi (batería) y Naco Goldfinger (saxofón tenor). Después de las brillantes campañas en los distintos estadios del ritmo, conseguidas gracias a discos como Yo te avisé (1987), El ritmo mundial (1988), El satánico Dr. Cadillac (1989) y el Volumen 5 (1990), estos muchachos demostraron que la Copa de la Vida podía ser toda suya.







¿Yupi pa ti yupi pa mi?

Para 1991, los Cadillacs ya habían causado sensación con Yo no me sentaría en tu mesa, Mi novia se cayó en un pozo ciego, el cover de The Clash Revolution rock y Vasos vacíos, que para Vicentico fue “una canción lindísima que tiene un toque mucho más romántico al ser cantada a dúo con Celia Cruz”. Sin embargo, empezaba a notarse una peculiaridad que se reforzaría en los años siguientes: el público bailaba las canciones y, aunque podía cantarlas a gritos, se olvidaba del verdadero significado de sus letras. Eso sucedió, por ejemplo, con la crítica social de temas como El genio del dub y el Satánico Dr. Cadillac, otros éxitos de esa etapa. Tras alcanzar lo que para muchos entendidos fue el primer pico creativo del grupo con el Volumen 5 y, más precisamente, con Demasiada presión, las cosas cambiaron un poco. Este tema fue el primero que los músicos consideraron de un excelente nivel. Sin embargo, tras el punto alto de la composición de Vicentico, llegaron los problemas económicos y la disquera empezó a presionar en busca de hits. Los músicos, en lugar de mandar todo a la Gran M, pasaron saliva, agarraron valor y entonaron un watanegui consup bien sonoro, seguido del inextirpable Yupi pa ti yupi pa mi, tras lo cual perpetraron su propia versión de ese clásico de la Banda Blanca, gastronómicamente bautizado como Sopa de caracol….hey!! "No sé lo que estábamos pensando, para ese tiempo estábamos harto mal de la cabeza”, aseguró Vicentico sobre este exabrupto. La mayoría considera aquel momento como el más bajo en la carrera de la banda, con ideas que parecieron llegar a un punto de saturación. Tras algunos cambios en sus integrantes, la inspiración pareció volver muy bien acompañada por éxitos radiales y de discotecas con canciones que, irónicamente y como ya mencionamos, contenían interesantes letras, a las que no se les prestaba suficiente atención. Ejemplos hay varios: El León (queridos enemigos de siempre/ hoy dejo este mundo de dolor/nunca se olviden/que el llanto de la gente/va hacia el mar), o Carnaval toda la vida (Y se va pasando el tiempo/y que la vida se te va/solo te pido que vuelvas de verdad/y que el silencio/se convierta en carnaval), ambas del espectacular disco El León, de 1992. En el 93 llegaría el recopilatorio Vasos vacíos, que incluía los inéditos Matador y V Centenario. Justamente, el video del primero de estos temas ganaría un premio MTV, intensificando la fama de la banda y, cómo no, sus alegres desbandes sobre escenarios de todo el continente. El 95 trajo consigo al Rey Azúcar, influenciado por lecturas de Eduardo Galeano, como la que da título a uno de los mejores temas del disco: Las venas abiertas de América Latina. Ese disco también incluyó un hit que contó con la colaboración del ex The Clash Mick Jones: Mal Bicho (Es malo tu destino/¿que marcó tu camino?/la canción que es valiente /es canción para siempre), y la estupenda participación de la vocalista de Blondie, Deborah Harry, en el delicioso cover beatle Strawberry fields forever. Los Cadillacs habían cumplido 10 años integrando en sus canciones los mensajes e ideales de una América Latina que quería llorar y bailar al mismo tiempo.



Cuando comienza a irse el sol y la cerveza ya se empieza a acabar...

El 96 los Cadillacs empezaron las giras por Europa de una manera muy singular. Por ejemplo, en el St. Gallen Festival, en Suiza, un gran concierto al aire libre donde no solo compartieron escenario con grandes como Cypress Hil, o Sex Pistols, sino que se dieron el lujo de cerrar el evento tras la participación de Red Hot Chili Peppers. Aunque no lo crean, Flea y Anthony Kiedis telonearon a Vicentico, Flavio y compañía, quienes probaron que siguiendo la luna se llega bien lejos.

Para ese entonces se producen nuevos cambios en la banda. Anibal "Vaino" Rigozzi pasa a la producción del grupo y la posta en la guitarra la toma Ariel Sanzo, “Minimal”, quien se encargaría de darle un nuevo espectro sonoro a las siguientes producciones de la banda, destacando el trabajo realizado en Fabulosos Calavera, de 1997. El hit radial fue sin duda Calaveras y diablitos, pero también destacan la composición a dúo con Rubén Blades, Hoy lloré canción y los tributos a dos ídolos de la banda: Astor Piazzola y Ernesto Sábato, en dos temas con nombre propio. Con este álbum obtienen el primer premio Grammy para una banda Latinoamericana en 1998. Según diversas fuentes es en esta etapa cuando empieza a resquebrajarse la unidad de la banda, cuando comienza a irse el sol y la cerveza ya se empieza a acabar. Una de las más significativas salidas fue la del saxofonista Sergio Rotman, compositor de temas como Siguiendo la luna o Amnesia. Él mismo se encargó de dar señas sobre su salida: “Yo creo que en una época el grupo funcionó realmente como una unidad imbatible, era intocable. Tocábamos en donde sea y la gente salía extasiada. Pero, a la vez, había gente adentro con mal corazón. No digo que fueran necesariamente los músicos, pero hubo un momento que estaba todo muy bien y después había mucho de querer sacar provecho y caretear para cagar al otro”. No cabe duda que el tiempo pasa pronto y todo tiene su final…



A pesar de todo, al grupo le alcanzaron las fuerzas para editar un estupendo álbum en estudio que, fuera de las recopilaciones y los “Hola” y “Chau” grabados en vivo, se convierte en su último trabajo conjunto de composición, hasta este año. La marcha del golazo solitario saldría en 1999, y mostraría la evolución musical de una agrupación que había heredado a dos generaciones la mitología de sus letras e himnos quilomberos. Pero esa mitología era una hidra de varias cabezas, cada una de las cuales quería escribir su propia historia. Tras unos años de gira y una separación que pareció temporal, los Cadillacs dieron su último concierto el 14 de mayo del 2002 en el Acapulco fest, en México. A pesar que sería Vicentico quien más acaparara la atención posterior de los medios con sus discos solistas, casi todos los ex integrantes del grupo iniciaron algún proyecto en solitario. Al fin y al cabo la vida es para gozarla, la vida es para sentirse mejor.



¿Ahora somos más hermanos que antes?

Si bien ya habían diversos rumores sobre una reunión de la banda desde días previos al fallecimiento del percusionista Gerardo “Toto” Roblat -a causa de un edema pulmonar- en abril de este año, esa tristeza fue sin duda un detonante decisivo. Lo cierto es que, tras el celebrado retorno de Soda Stereo, este es el único evento comparable en magnitud y en trascendencia, aunque sus propuestas sean diametralmente opuestas: Soda puede poner a un estadio lleno en trance; los Cadillacs pueden volverlo loco. Total, en la vida todos queremos tocar el cielo…